Tradicional festival de villancicos en el colegio

En un colmado polideportivo y con el júbilo de los presentes, se llevó a cabo el tradicional festival de villancicos, un encuentro que reunió a todas las familias de la primaria de nuestro querido colegio.

Este año, además de las representaciones y canciones, vivimos un momento muy especial: el reconocimiento a los fundadores de la Asociación de Padres para la Educación Integral (APEI). Fueron homenajeados el Sr. Alberto Herreros Usher y su esposa María Cristina Ortega de Herreros, así como el Sr. Bruno Blanc y la Sra. María Emilia Recalde de Blanc, por la labor que dio inicio a este hermoso proyecto educativo.

También se destacó la trayectoria del profesor Fidel Antonio García Fernández, quien suma 34 años de dedicación dentro de los colegios de APEI.

Tras este emotivo homenaje, disfrutamos de las presentaciones de nuestros chicos del 1º al 6º grado, quienes engalanaron la tarde-noche con su talento, acompañados por sus docentes, por el profesor de música Elías Báez y por invitados especiales que se sumaron a la celebración.

¡Una verdadera fiesta navideña! Así cerramos un exitoso año 2025, deseando a toda la comunidad educativa unas felices fiestas.

¡Nos reencontramos en el 2026!

“Lo que traigo de casa: mi experiencia en Estados Unidos”

Carta de Thiago Vera

Mi experiencia en Estados Unidos marcó un antes y un después en mi vida. Estar lejos me hizo comprender de verdad el valor de la disciplina y la resiliencia que me inculcaron desde pequeño. Muchas de las cosas que estoy viviendo hoy me ayudan a organizarme, esforzarme y mantenerme firme en los momentos difíciles, y todo eso nace de lo que aprendí en mi casa.

Aprecio profundamente a mi mamá, mi papá, mi abuelo y mi tío Óscar. Cada uno, con su ejemplo y sus enseñanzas, me transmitió la importancia de la responsabilidad, la constancia y el trabajo bien hecho. Esa disciplina familiar es lo que me está permitiendo adaptarme, aprovechar esta oportunidad y crecer, no solo como estudiante, sino también como persona.

Esta experiencia me enseñó que lo que llevo de mi hogar es lo que realmente marca la diferencia en cualquier lugar del mundo.

Carta desde Irlanda: lo que aprendí al estar lejos

Por Mauricio Ávalos

Estar en Irlanda es una experiencia única que me ha permitido ver el mundo desde una nueva perspectiva. En estos meses he conocido a personas de distintos países, cada una con sus propias costumbres, idiomas y formas de pensar. Gracias a eso, aprendí a valorar las diferencias y a comprender lo amplio y diverso que es el mundo más allá de mi entorno.

Vivir en otro país me ayudó muchísimo a mejorar mi inglés, especialmente al convivir día a día con mi familia anfitriona y con amigos irlandeses. Pero más allá del idioma, descubrí que este intercambio me estaba enseñando algo aún más valioso: a ser independiente, a adaptarme, a tomar decisiones y a confiar más en mí mismo.

Al principio fue difícil estar lejos de mi familia. Me costó acostumbrarme a una nueva rutina, a un clima diferente y a la distancia de mi gente. Sin embargo, con el tiempo aprendí a disfrutar de todo: las conversaciones, los paisajes, las nuevas amistades y cada pequeño momento que hace que esta experiencia sea tan especial.

Hoy me doy cuenta de cuánto he crecido y de todo lo que aún me queda por aprender antes de que esta etapa llegue a su fin. Este viaje me cambió, no solo por lo que aprendí del idioma, sino también por lo que aprendí de la vida. Estar lejos de casa me hizo valorar más lo que tengo y entender que salir de la zona de confort siempre vale la pena.

“Más que aprender inglés: una experiencia que cambió mi vida”

Carta de Enzo Toñanez

Originalmente me anoté para aprender inglés. Creía que el viaje solo me serviría para eso; sin embargo, con apenas dos meses en Irlanda descubrí que ese fue el menor de mis aprendizajes. Hoy puedo decir, sin lugar a dudas, que mi experiencia como estudiante internacional ha sido la más enriquecedora que he tenido.

Nunca salí mucho de mi país. Además de Argentina y Brasil, nunca había estado en otro lugar, y ciertamente nunca había salido del continente. Pero gracias al programa de Rockbrook pude conocer una cultura totalmente distinta. Aprendí y me maravillé con las costumbres de otro país, y ahora tengo una visión más amplia del mundo. Vi paisajes y lugares icónicos, y viví el día a día en un entorno completamente nuevo. No conocía a nadie, pero tenía la certeza de que quería seguir estando allí.

Al principio me preocupaba no tener a mi familia cerca. Nunca me había separado de ellos por tanto tiempo. Sin embargo, la experiencia que tuve —no solo con la agencia y mi colegio, sino también con toda la gente que conocí en el país— fue extremadamente cálida y acogedora. Desde el primer momento me hicieron sentir cómodo. Cuando dejé de tener miedo, pude disfrutar y comprender lo variado que es el mundo.

Expandí mi pequeña burbuja conociendo personas de muchos países. Hice muchos amigos y todos me enseñaron algo de sus tradiciones. Gracias a ello, mi visión del mundo nunca fue tan amplia.

Si algo puedo destacar de mi viaje —que aún no ha terminado— es que fue la mejor decisión que pude haber tomado en mi vida. Recomiendo a quien quiera abrir sus horizontes, pero aún tenga dudas, que se dé la oportunidad. Estas son las experiencias que se viven una sola vez y que cambian por completo tu forma de entender el mundo.

Sinceramente, no podría estar más feliz: con Rockbrook, con St. Conleth’s y con mi familia —tanto la biológica como la de intercambio— por haber hecho posible esta aventura.

Tres familias, un legado que inspira

Toda historia tiene un comienzo, y el del colegio Torrefuerte está marcada por la fe, la confianza y el compromiso de las primeras familias que creyeron en este sueño educativo. Hablamos de las familias Pointis – Villasanti, López – Bobadilla y Toñanez – Delvalle, pioneras de este proyecto que nació con la firme convicción de formar personas íntegras y con valores cristianos.

Con gran emoción, la Sra. Marian Villasanti (mamá de Tomás, María del Pilar, Ignacio, Mariano y Gastón) recuerda cómo fueron los comienzos del colegio y lo que significó para su familia asumir este nuevo desafío: “Torrefuerte es un proyecto hecho realidad, del cual nunca pensamos que íbamos a ser parte. Cuando nos pidieron empujar y ayudar, dijimos que sí, porque fue una ilusión muy grande. Queríamos que nuestros hijos reciban la misma educación que nosotros habíamos recibido, y desde que empezamos a formar parte, el colegio superó todas nuestras expectativas, desde la calidad de los profesores, las familias y el acompañamiento que se brinda a cada alumno, que es algo esencial”, subraya.

Desde sus inicios, en el año 2015, el colegio se propuso construir una comunidad basada en valores, con una mirada integral hacia la educación y el crecimiento personal de cada alumno. Así lo recuerda el Sr. Mariano Pointis (papá de Tomás, María del Pilar, Ignacio, Mariano y Gastón): “Para nosotros, Torrefuerte fue un desafío muy grande, que empezó incluso antes del 2015, cuando nos contaron sobre este nuevo proyecto. Lo aceptamos, y con el paso de los años nos dimos cuenta de que valió totalmente la pena. Con la propuesta educativa que tiene el colegio, sumada al hermoso predio con el que cuenta, estamos convencidos de que se convertirá en uno de los mejores colegios del Paraguay”, reflexiona.

Las familias pioneras son parte esencial de la historia del colegio. Agradecen el acompañamiento constante de los docentes y la calidez de toda la comunidad educativa. En ese sentido, la Sra. María Liz Bobadilla (mamá de Fernando y Cecilia) resalta: “Soy mamá del colegio desde el inicio, cuando éramos solo tres familias. Lo que más valoro es cómo el plantel docente acompaña a los chicos y a las familias, de manera integral, no solo en lo académico, sino también en los valores, en la fe y en la formación del carácter. Nos llena de alegría verlos felices, fuertes y enfrentando cada desafío”, señala.

Por su parte, el Sr. Rubén López (papá de Fernando y Cecilia) comparte sus sensaciones: “El comienzo del colegio llegó justo cuando buscábamos una institución que combinara excelencia académica y formación en valores. Conocimos Torrefuerte gracias a las referencias de otros colegios de APEI, y hoy, diez años después, puedo decir que fue una decisión acertada de la cual no nos arrepentimos”, exclama.

El colegio es una gran familia que crece día a día. Tal como hace diez años, cada familia sigue demostrando su amor y confianza en la institución. En ese sentido, la Sra. Marlene Delvalle (mamá de Enzo, Paulo y Franco) destaca ese espíritu comunitario que los une: “Siento que todos los chicos tienen mucha seguridad, confianza y brillo en todo lo que hacen. Como familia también hemos crecido mucho, gracias al colegio, en un ambiente muy cómodo y seguro, donde nuestros hijos pueden desarrollarse plenamente” destaca.

A su vez el Sr. Héctor Toñanez (papá de Enzo, Paulo y Franco) también se expresa con orgullo: “El progreso de los chicos ha sido admirable, no solo en lo académico, sino también en lo deportivo y personal. Nos sentimos muy agradecidos con el colegio, que además ofrece un entorno natural privilegiado y espacios amplios para disfrutar”, afirma.

Con emoción y gratitud, rendimos este emotivo homenaje a las tres familias que apostaron desde el principio a este proyecto educativo. Su confianza y apoyo fueron el cimiento sobre el cual seguimos construyendo, día a día, una comunidad sólida y llena de valores.

Conociendo más sobre la historia de nuestro país

El Colegio Torrefuerte ha sido parte, durante el último año, de un valioso proyecto en colaboración con la Academia de Historia Paraguaya, institución fundada en 1895, dedicada al estudio y la investigación del pasado nacional. Para profundizar en esta experiencia, conversamos con el profesor Nicolás Paredes Pagliaro, docente del área de Ciencias Sociales, quien apoya esta iniciativa junto a estudiantes del tercer ciclo y nivel medio.

“La Academia de Historia Paraguaya busca involucrar a los alumnos en el estudio de la historia de su país. En la actualidad, este aspecto ha sido un poco descuidado y nosotros, desde el área de Ciencias Sociales, acompañamos este gran proyecto con el objetivo de motivar a los estudiantes a investigar y desarrollar nuevas habilidades”, explica el profesor.

El proyecto fomenta competencias esenciales como la investigación, la exposición oral y el pensamiento crítico. “Queremos que los alumnos se involucren plenamente con la historia del Paraguay. Cada viernes dedicamos 40 minutos a presentar los avances de las investigaciones realizadas durante la semana, las cuales culminarán con una gran exposición en noviembre”, comenta.

Actualmente, participan estudiantes de séptimo, octavo, noveno, primer y segundo año de la educación media, quienes encuentran en este espacio una oportunidad para profundizar en los procesos históricos que han marcado a nuestro país. “Desde 2024, los alumnos han estado realizando investigaciones guiadas, comenzando con la Guerra Guasú o de la Triple Alianza, para luego abordar temas más contemporáneos, como la dictadura de Alfredo Stroessner”, refiere.

Este año, el profesor Nicolás señala que están analizando los 35 años de dictadura, enfocándose en la etapa final de dicho gobierno, entre otros aspectos relevantes.

De cara a los próximos desafíos, menciona que el objetivo es integrar a más alumnos y realizar salidas pedagógicas que permitan conocer de manera vivencial los lugares y archivos vinculados a sus investigaciones. “Queremos que los chicos vivan la historia, que la experimenten y se sientan parte de ella. La historia es el punto de partida de nuestra identidad”, afirma.

Para cerrar, el profesor envía un mensaje a las familias de los alumnos: “Animen a sus hijos a participar y a conocer nuestras raíces, pues esto es fundamental para formar ciudadanos comprometidos con su país”.

Nuestro profe se enmarca en un nuevo desafío

Desde el Colegio deseamos el mayor de los éxitos al profesor Joel Cabañas, del Departamento de Inglés, quien próximamente viajará al Reino Unido, para iniciar una Maestría en Educación Comparativa y Desarrollo Internacional en la prestigiosa Universidad de Edimburgo.

Con mucha emoción, el teacher Joel nos compartió un breve testimonio, previo al viaje: “Son emociones encontradas, porque quiero mucho a mis alumnos del sexto, séptimo, octavo y noveno grado, así como a los del 1º y 2º año de la media, y va costar separarme de ellos”, refiere.

El Profe nos comenta además que va a extrañar a sus seres queridos. “Voy a extrañar a mis familiares, me pesa mucho dejarles, pero lo que estoy haciendo es una inversión que no quiero desaprovechar, y se que ellos (mis familiares) lo van a entender”, puntualiza. A su vez destaca en este apartado sobre su formación académica: “Mi formación es importante, porque me permitirá ser más útil para mis alumnos y para mi familia, en pocas palabras capacitarme y regresar mejor que nunca”, subraya.

El 8 de septiembre marcará el inicio de esta nueva aventura, que sin dudas traerá grandes frutos para su vida profesional y personal.

Antes de emprender el viaje, también dejó dos mensajes muy especiales a toda la comunidad educativa: “El primero sería de agradecimiento. Estoy extremadamente orgulloso y agradecido de formar parte del plantel docente del colegio. Gracias a los directivos que confiaron en mis habilidades y me permitieron ingresar a esta importante institución”, relata con emoción el profe.

A su vez alentó a los chicos al esfuerzo. “El segundo mensaje es que siempre se puede. Recuerdo que mi director en el colegio anterior siempre me repetía: ‘¡Master vos podés, siempre se puede!’. Y hoy ese sueño se hace realidad con la maestría”, reflexiona.

¡Torrefuerte te acompaña en este nuevo camino y te espera con los brazos abiertos a tu regreso!

Santificar lo cotidiano: un mensaje de amor

Hablar de San Josemaría y su influencia en la comunidad educativa es adentrarse en un legado que sigue vivo. Para comprenderlo mejor, conversamos con un docente y padre de familia que ha sido tocado de manera profunda por sus enseñanzas: el querido profesor Carlos Gómez, Director de Primaria del Colegio y padre de un antiguo alumno (Campoalto).

Con palabras sabias y sentidas, el profesor Carlos comparte cómo la figura del Santo ha marcado su vida personal y profesional. “Para mí, como padre y educador, San Josemaría representa un modelo de santidad. Con su ejemplo nos enseñó e inspiró a vivir la fe de forma concreta, cercana y coherente”, reflexiona.

A través de su mensaje, continúa el profesor, San Josemaría no solo anima a educar, sino a formar almas buenas. “Nos enseñó que todo lo ordinario puede hacerse extraordinario si se hace con amor y entrega”, afirma con convicción.

Entre los muchos valores que el Santo promovió, el docente destaca algunos fundamentales. “La santificación del trabajo, el hacer con cariño lo cotidiano; la libertad entendida como responsabilidad, como capacidad de elegir el bien con criterio propio”, subraya.

En un mundo cada vez más individualista, considera que los educadores deben reflejar ese carisma. “A veces nos dejamos arrastrar por la rutina, y es ahí donde se debe ver el ejemplo del docente que vive el espíritu de San Josemaría. El mensaje que debemos transmitir a nuestros alumnos es que vivan con profundidad, que amen, que crezcan interiormente y que estén dispuestos a servir a los demás”.

Desde su rol de padre, recuerda con emoción los años que su hijo vivió en el Colegio Campoalto, hasta su egreso en 2023. “Tuve la bendición de acompañarlo de cerca en su educación. El Colegio, sus profesores y compañeros lo inspiraron a buscar el bien, a actuar con alegría y entrega, y a confiar siempre en Dios”, rememora.

Finalmente, el profesor Carlos resume el espíritu educativo que aprendió de San Josemaría. “Amar con paciencia, corregir con respeto, ser firmes pero con ternura, y educar con el ejemplo. Eso me ha servido tanto como padre como docente. Estoy profundamente agradecido a quienes me acompañaron en este camino y ayudaron a formar al hombre que hoy es mi hijo y al que anhela ser mañana”, concluye.

Casi una década de compromiso y vocación

El profesor Jorge López es uno de los primeros docentes de Torrefuerte, institución que este 2025 cumple 10 años. Pilar fundamental, pues tiene a su cargo a los chicos del 1er. grado. Desde el 2016, acompaña con vocación y entrega el crecimiento del colegio, y en esta nota comparte con nosotros sus vivencias, su visión actual de los estudiantes y su mirada hacia el futuro.

“El colegio, sin duda, deja huellas en todos: alumnos, padres y profesores. Torrefuerte forma parte de mi historia. Me inicié en Campoalto, con los jóvenes, luego me propusieron venir a Torrefuerte para trabajar con niños. Al principio fue un desafío, pero con el tiempo descubrí mi vocación en esta etapa tan importante de la vida escolar”, comienza expresando el profesor.

Eran los inicios de esta linda historia

“En diciembre de 2015 participé en una entrevista con los profesores Silvio Balbuena y Blas Ortiz, en ese momento eran solo tres alumnos; ¡había más profesores que estudiantes! Empecé oficialmente en 2016 con un primer grado de solo seis niños”, recuerda con emoción.

Desde entonces, el crecimiento ha sido sostenido y significativo

“Pasamos de ser muy pocos, a tener una comunidad educativa robusta, crecimos en infraestructura, en número de estudiantes y en la formación continua de los docentes. Eso se traduce en una mejor calidad educativa, y se nota”, señala.

Uno de los pilares que el profesor Jorge más valora del proyecto educativo de Torrefuerte es su modelo pedagógico integral

“Las tutorías con alumnos y padres, la educación que abarca lo académico, espiritual y deportivo, es algo que se vive desde el primer grado hasta el segundo año de la media, y pronto, hasta el tercero. Nuestro sistema realmente marca la diferencia”, comenta.

En este año tan especial, también se vive una experiencia cargada de emociones

“El año que viene vamos a despedir a jóvenes que vimos crecer desde niños. Esperamos que sigan sus estudios, que se conviertan en profesionales comprometidos, y que sean formadores y transformadores en nuestra sociedad”, argumenta el profe Jorge.

Concluye con una reflexión profunda, que sintetiza el espíritu de su vocación

“A nuestro país le hace falta gente comprometida en todos los ámbitos. Que nuestros alumnos nunca olviden lo aprendido de sus docentes, y que lo apliquen en sus vidas. Quién sabe… tal vez entre ellos esté un futuro presidente, un gran deportista o un agente de cambio para la sociedad”, finaliza.

Nuestros directores, protagonistas de la innovación educativa

En el marco de su formación continua, los directores de nuestro colegio participaron en la Jornada de Innovación Educativa, un evento enriquecedor que contó con la presencia de los destacados expertos españoles, José Ramón Gamo y Emilio Torres como disertantes principales.

Organizada por el Grupo Capita, una entidad internacional que desarrolla programas de formación en instituciones educativas de México, Paraguay y otros países del Cono Sur, la jornada abordó temas clave como metodologías pedagógicas innovadoras, inteligencia artificial y neurociencia aplicada a la educación.

El objetivo del encuentro fue brindar herramientas actualizadas para que cada institución pueda consolidar su identidad y proyectarse con éxito hacia el futuro.

Sin duda, fue una experiencia inspiradora que reafirma el compromiso de nuestros directores con el crecimiento profesional y la mejora continua de nuestra comunidad educativa.

¡Seguimos adelante, siempre aprendiendo!