Santificar lo cotidiano: un mensaje de amor
Hablar de San Josemaría y su influencia en la comunidad educativa es adentrarse en un legado que sigue vivo. Para comprenderlo mejor, conversamos con un docente y padre de familia que ha sido tocado de manera profunda por sus enseñanzas: el querido profesor Carlos Gómez, Director de Primaria del Colegio y padre de un antiguo alumno (Campoalto).
Con palabras sabias y sentidas, el profesor Carlos comparte cómo la figura del Santo ha marcado su vida personal y profesional. “Para mí, como padre y educador, San Josemaría representa un modelo de santidad. Con su ejemplo nos enseñó e inspiró a vivir la fe de forma concreta, cercana y coherente”, reflexiona.
A través de su mensaje, continúa el profesor, San Josemaría no solo anima a educar, sino a formar almas buenas. “Nos enseñó que todo lo ordinario puede hacerse extraordinario si se hace con amor y entrega”, afirma con convicción.
Entre los muchos valores que el Santo promovió, el docente destaca algunos fundamentales. “La santificación del trabajo, el hacer con cariño lo cotidiano; la libertad entendida como responsabilidad, como capacidad de elegir el bien con criterio propio”, subraya.
En un mundo cada vez más individualista, considera que los educadores deben reflejar ese carisma. “A veces nos dejamos arrastrar por la rutina, y es ahí donde se debe ver el ejemplo del docente que vive el espíritu de San Josemaría. El mensaje que debemos transmitir a nuestros alumnos es que vivan con profundidad, que amen, que crezcan interiormente y que estén dispuestos a servir a los demás”.
Desde su rol de padre, recuerda con emoción los años que su hijo vivió en el Colegio Campoalto, hasta su egreso en 2023. “Tuve la bendición de acompañarlo de cerca en su educación. El Colegio, sus profesores y compañeros lo inspiraron a buscar el bien, a actuar con alegría y entrega, y a confiar siempre en Dios”, rememora.
Finalmente, el profesor Carlos resume el espíritu educativo que aprendió de San Josemaría. “Amar con paciencia, corregir con respeto, ser firmes pero con ternura, y educar con el ejemplo. Eso me ha servido tanto como padre como docente. Estoy profundamente agradecido a quienes me acompañaron en este camino y ayudaron a formar al hombre que hoy es mi hijo y al que anhela ser mañana”, concluye.

